2008-12-06

Mi otra 'gran familia'



Gracias a mi querido viejo, que conocía a Roberto Bermejo de “Editorial Codex”, tuve la excelente oportunidad de ingresar a El Cronista Comercial, en enero de 1985.

Nadie supo durante muchos años, cómo había sigo mi ingreso, porque eran épocas de personal temporario. En fin, el puesto era para reemplazar a Claudia García, secretaria de Personal, en Alsina 547. Allí comenzó mi primer trabajo y único durante 20 años.



En personal estuve casi un mes, después seguí con los reemplazos y me pasaron al Departamento de Servicios, que estaba en el subsuelo, con Roberto Minoli y sus chicos. En ese sector, conocí a Carlos Rojas que manejaba un gran grupo de cadetes, con quienes me divertí muchísimo y de donde salieron excelentes personas. El sector tenía mucho contacto con todo el diario, todo lo que necesitaban, se solicitaba allí, así que me dio la posibilidad de seguir conociendo más al personal.




Vino el mes de abril y Minoli me propuso pasar a Contaduría, con un comentario que todavía recuerdo: “Vos tenés idea de lo que es un asiento!!”…y así fue que un viernes 12 de abril de 1985 comencé en Administración!!. Mi nuevo puesto era para reemplazar a Marcela Mangino, quien pasaba a Sistemas, junto con Norma Palmiero. Lo recuerdo porque aprendí tantas cosas en ese día, que no me quería ir!!! Y mi nuevo jefe me decía que ya era mi hora de salida, que me podía ir…




Mientras escribo todos estos recuerdos, trato de traer los nombres de todas las maravillosas personas que me acompañaron durante esos 20 años, algunos quedaron en el camino, otras siguen trabajando y todas quedaron por siempre en mi corazón. En Administración estaban: el gerente, Enrique Abramic; el subgerente, Echayde; la secretaria de Gerencia, Mabel Tohme; el contador Antonio Blanco; el jefe de Área, Carlos Puch; en Sistemas, Norma y Marcela; en Tesorería, Alberto Rivas, Delia Ferreira, Carlos Cubeiro; en Suscripciones, una señora cuyo nombre no recuerdo y Silvia Repetto; en Facturación de Publicidad, Roglio, Graciela Humenuk y seguramente me olvide de muchos más…




Por cosas de la vida, quedé embarazada siendo soltera y en febrero de 1986 nació mi hijo. El apoyo que tuve de mi familia es impagable y más cuando me dí cuenta que había conocido otra Gran Familia: la de El Cronista, de la cual siempre recibí mucho apoyo y mucha contención en distintos momentos de mi vida.




Para ese 1986, se venía la administración de Eurnekian e iban a aparecer los primeros cambios, así que nos fuimos a Perú 263, hasta el '90 cuando nos mudaron a Palermo, en Bonpland y Honduras. Mi experiencia en Administración se enriqueció cada vez más, porque conocí a muchísimas personas muy valiosas, tanto en lo profesional como en lo personal, que me enseñaron mucho sobre la contabilidad y de quienes estoy eternamente agradecida.



Hasta 2001 estuvimos en Honduras, aunque internamente nos mudaron como 12 veces, si mal no recuerdo… Comenzamos por Bonpland 1773 junto a la gente de Cablevision y Uzal, otras empresas de Eurnekian; después creo que nos fuimos acomodando con las otras administraciones. Era un poco raro pero divertido, todos en escritorios en filas como en el colegio!! Después pasamos al sector de Honduras, en el segundo piso, donde vivenciamos lo sucedido con la Embajada de Israel.




Recuerdo que Omar Andragnez había ido a cobrar por esa zona y estábamos todos un poco asustados. Después nos pasaron a la “Casita” en Fitz Roy, otra hermosa locura, porque estábamos alejados de las oficinas pero en la casita teníamos lugares como si fueran oficinas y no dejaba de ser una casa tipo chorizo, con dos baños, terraza, cocina, en fin, de todo un poco!
Luego nos volvieron a Honduras, al primer piso, muy cerca de la Redacción, así que allí estuvimos como una gran familia, más cerca, compartiendo mucho más todo, porque cuando íbamos a fumar y de paso a tomar un cafecito, teníamos un momento de excelentes charlas con muchas personas del diario y de distintos sectores.




Recuerdo que uno de esos días, tuve que entrar más temprano y dentro del diario, recibimos la noticia del atentado contra la sede de la AMIA. No lo podía creer, porque siempre pasaba con el colectivo por allí, sin saber qué era ese edificio negro, con custodia policial y que ese día, como viajé más temprano, no tenía ninguna custodia. Recuerdo que pensé para mis adentros: “Es temprano, por eso”.
Allí pude experimentar mejor ese maravilloso mundo de la redacción y sus corridas, con los fotógrafos, y otros sectores a las corridas para que yo pudiera leer tranquila, al otro día, muchas hojas llenas de información, noticias, avisos, números. Y no era para usarlo así nomás, sino con el valor del laburo que hacían todos mis compañeros para que el producto saliera impecable.




Administración y Redacción son dos mundos totalmente diferentes y eso en el diario nunca se notaba, porque todos éramos de El Cronista, no había diferencias.
Eso es lo que yo sentí, cuando tuve un muy mal momento personal, con un accidente de incendio en mi departamento… Realmente me ayudaron TODOS y, gracias a toda esta movida, quiero hacer llegar una vez más mi eterno agradecimiento a todos los que me ayudaron a mi familia y a mí, porque nos habíamos quedado con lo puesto, y todos colaboraron donando lo que podían y me ayudaron con todo tipo de cosas: ropas, electrodomésticos, plata… y el apoyo de todos que no tiene precio!! (como la tarjeta de crédito, jajaja)




Llegó 2001 y muchos compañeros habían quedado en el camino con el cambio de dueños. Y ahí fue que nos mudaron a Paseo Colón donde estuve hasta diciembre del 2005.




Dicen que 20 años no es nada. En mi caso, fueron los mejores años de mi vida, porque trabajando tanto tiempo en un mismo lugar, se mezclan las emociones y los compañeros pasan a ser amigos, hermanos, hermanas, son muchas las horas que uno convive en el trabajo y en mi caso, hice muchas horas extras con mucha responsabilidad y con muy buena colaboración. Era un ida y vuelta. Sé también que perdí horas de mi vida personal con mi familia y sé que no las perdí, sino que gané mucha gente amiga, a quienes tengo muchas ganas de abrazar y gracias a esta hermosa movida, voy a tener la oportunidad de volver a ver. Gracias a todos.

Silvia Rojas trabajó entre 1985 y 2005 en Administración en El Cronista Comercial. Vea el Album de Silvia Rojas en http://www.elalbumdesilviarojas.blogspot.com/ o haga click en el link correspondiente, que está en los enlaces de la izquierda de este blog.

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