2008-11-26

'Suela y taco' y un reloj de madera


Mis comienzos en El Cronista Comercial fueron por octubre de 1983. Salió un aviso en Clarín con un pedido de “Vendedores de Publicidad” y me presenté. Ante mí estaba José M. Guitart, gerente Comercial del diario, un catalán de aproximadamente 1,95 metro de altura, muy seco y parco. Iba todo mal hasta que le dije que en La Razón estaba realizando un suplemento sobre Luján, allí me prestó más atención y al otro día Roberto Bermejo me llamó para presentarme a trabajar.
Por ese entonces, el jefe de Publicidad era Carlos Lopez Nieves y así comencé mi derrotero en el diario, como ejecutivo de Ventas para Suplementos, productos que en ese momento no se realizaban aún y que iban a versar sobre diversos temas, sectores industriales, días conmemorativos, etc.



Para mi sorpresa, Carlos me envió a Pinamar a hacer uno sobre esa ciudad, (no solo no llegaba el diario allí, sino que en su gran cantidad los comerciantes no lo conocían). Me acompañó en esta patriada Claudio Domenech y, como teníamos que cubrir Cariló, Ostende, Valeria, Villa Gesell y por supuesto Pinamar, lo que caminamos… Nada de remise, nada de taxi: taco y suela todo el día al calor del sol. Lo que adelgacé.
Hicimos algo muy digno de tres páginas, en la cuarta tenía que estar la tapa, con una muy buena foto. Para mi locura, en cuanto lo veo impreso, la citada tapa tenía una hermosa foto en blanco y negro de “Los lobos marinos y la rambla de Mar del Plata”. Sí, de Mar del Plata, de Pinamar ni hablar.



Otros productos que tuvimos para vender y ya desaparecidos: ‘Infomanía’, ‘Gourmet’, ‘La revista de ALF’ (qué hermano, sobrino, hijito o nieto de cada uno de nosotros no tuvo su foto en esta revista), ‘Solo casas’, ‘Careers’, el suple de Agro, ‘Tienda Trends’, las páginas de polo, los diccionarios bilingües, , ‘Mi Auto y yo’, ‘Mujeres y Negocios’, ‘El Cronista Automotor’, el cultural, el deportivo (qué fotografía tenía), ‘Espectáculos’, ‘Arquitectura’ (en papel obra), el inmobiliario, etc. etc. La tarjeta Chance, por la cual la gente hacía cola en Perú 263 para comprarla y ganarse unos pesitos.
Recuerdo el primer original que traje, que debía publicar en el suplemento de ‘Bulones, Tuercas y Tornillos’: era un bulón; sí, un bulón, que le dí a Oski para que lo dibuje, le ponga texto, y lo transforme en un 2 x 5. Otra vez fue un calzado industrial; otra, una bolsa de residuos con una inscripción en el frente, y tantas locuras que traía con el fin de que salgan publicadas.


Evidentemente, no eran épocas de JPG ni de Ilustrador 8, siempre creyendo que esto era Walter Thompson u Ogilvy, pero los chicos no sé cómo hacían, pero todo, todo salía bien publicado, como si fuese la mejor agencia de publicidad creativa del mundo. El suplemento cerraba al mediodía, se diagramaba a la tarde y se publicaba al otro día (cosa de locos). Los de dos páginas o los de 24, como el de Envases y Embalajes, con una tapa de un huevo con un moño envolviéndolo, que fue el furor del mercado.
Carlos Lopez nos envió a recorrer la Panamericana caminando para hacer el suple de ‘Piletas, parques y jardines’, o recorrer la calle Warnes para venderle avisos a los repuesteros para el ‘Automotor’. Siempre alguna locura teníamos.



¿Saben cómo sumábamos los centímetros que vendíamos? ¿Con un Excel? ¿Con un viejo Lotus? ¿Con una planilla de cálculos? No señores, con un reloj de madera de un metro de de diámetro numerado del 1 al 10.000. Tenía una aguja, y Pepe Guitart la corría todos los días dependiendo de los centímetros vendidos ese día (tecnología ‘de punta’ no).



Pasaron varios directores, gerentes, jefes, pero el nombre de El Cronista Comercial sigue siendo tan fuerte como siempre.
Quiero recordar a grandes compañeros de ruta que tuve, como Carlos Gilles, Néstor Lespi, Jorge Carabajal, Marcelo Carbone, Alvaro Ares, Ethel Rudecindo, Cecilia Vergara, Franco Recoaro, Teresita Gonzalez, Liliana Bargueiras, Estela Centofanti, Pablo Faunez, Analía Godoy, Rodrigo Gutierrez, Gabriel Jatombliansky, Norberto Quaglia, Carlos Armentano, Fernando Falcon, Esther García, Alejandro Romero, Carlos Mallo Leiva, Lucano. Por supuesto, se merecen un párrafo muy grande los que están codo a codo a diario en la actualidad. No me quiero olvidar de nadie, todos fueron muy importantes en estos años.
Evidentemente han pasado los años, la gente, los recuerdos y las anécdotas. He crecido profesionalmente y, sin embargo, sé que me quedan por aprender, por suerte, muchas cosas.
Dicen que, además de ser uno mismo, uno es lo que hace y yo soy lo que todos los días me propongo hacer en El Cronista.



Estoy convencido, humildemente, de formar parte desde 1983 hasta hoy del mejor grupo de ventas de avisos publicitarios en gráfica que conozco. No por los resultados, que casi siempre nos acompañan y a veces no tanto, sino como se dice “POR PREPOTENCIA DE TRABAJO”.

Mario Feldman, ejecutivo de Cuentas de El Cronista Comercial
{Volver}

2 comentarios:

Gabriel Jatombliansky dijo...

Feldman, fuiste sos y serás siempre la luz azul que me guía en mi camino, será por eso que me va como me va... te quiero mucho y te mando un abrazo muy grande.
Don Mario, cuidese mucho y espero verlo pronto.

Ethel Rudecindo dijo...

la que suscribe fue una gran....grande compañera de ruta te acordas de villa Gesell y la posada del Enanito....te acordas como nos peleamos y te acordasm de la venta numero 13 mia. LAS MEDIALUNAS

qUE LINDOS RECUERDOS