2010-12-26

Homenaje a Omar Andragnez


El “Gordo”, el “Negro”, “Omi” o simplemente “Omar”. Libriano, de allí su ecuanimidad, equilibio y búsqueda de justicia. Hincha de corazón de Quilmes, pero simpatizante riverplatense.


Familiero desde lo genes (surgido de una familia numerosa con varios hermanos), vivía por y para Ana (su esposa) y sus tres hijos. Amante del mar, del aire libre, de compartir tiempo con amigos. Calentón, vehemente, apasionado y gesticulador, defendía sus ideas y puntos de vista con firmeza. Como contraparte era simpático, entrador, cariñoso y afectuoso. Solía siempre tener un chiste a mano para alegrar las conversiones, pero no eran su fuerte los chistes en sí, si no su manera de contarlos. Muchas veces los mismos quedaban por la mitad al olvidarse Omi del remate final, lo que motivaba seguramente más carcajadas que las que hubiera proporcionado por sí solo. Compañero, amigo, siempre decía presente tanto en los buenos como en los malos momentos. Una palabra de aliento, un gesto, un abrazo reconfortante, para dar siempre en el momento indicado.


Cómo no ser tan querido. Su familia, sus amigos, sus compañeros nunca lo olvidaremos. Más de 20 años de carrera laboral en El Cronista Comercial (ECC), donde con Graciela Humenuk formaba la histórica dupla del Sector Cobranzas. Lo conocí un 3 o 4 de enero de 1995, cuando me citaron de ECC por la entrevista laboral. Había llegado temprano y el Contador Blanco, mi entrevistador, aún no había llegado. Me quedé parado ahí en el Administración, esperándolo. Y en ese momento apareció Omi, me saludó, se presentó y me invitó a tomar un café de máquina, cediéndome su tarjeta plástica de créditos de bebidas calientes. Fue la credencial de presentación de ese don de gente, que no se compra, que no se adquiere, con el que se nace o no. El Gordo lo tenía, excelente ser humano, una persona excepcional.


Por ese gesto y por muchos más, que se dieron a lo largo de 15 años de compartir horas de trabajo (y fuera delmismo también), y porque no por cierto parecido con mi viejo (no físicamente, pero sí por personalidad) yo lo llamaba mi “papá laboral”. Gordo, ayer, 25 de diciembre de 2010, te nos fuiste, así, sin avisar, de repente, en forma sorpresiva. Nunca te voy a olvidar Omi. Dejás en mi corazón hermosos e imborrables recuerdos. Te quiero Negro. Por suerte tuve la oportunidad de decírtelo en ese abrazo sentido que nos dimos hace apenas un mes, en el asado en la casa de Grá... Fuiste un tipazo, del que Ana y tus cachorros tienen que estar más que orgullosos. Hasta siempre AMIGO MIO!!!


Mariano Agostini

2 comentarios:

Unknown dijo...

marian nadie lo podia expresar mejor.Gracias

Anónimo dijo...

El Mejor de los recuerdos para un tipo gruñon, griton pero tan querible que jamas lo podre olvidar. Su carcajada es lo que llevare en mis oidos, durante toda mi vida. un Gran tipo que hoy me toca decirle hasta pronto, Un Abrazo a su familia y a todos los Cronistas que estamos muy mal por este suceso inesperado. Donde estes , quiero que sepas que te quiero mucho , Fer